Unidad II:
Ortografía básica para la redacción periodística y publicitaria
1.
Acentuación
Se denomina acento
prosódico a la mayor fuerza de pronunciación sobre una sílaba de la palabra
(a la que se denomina sílaba tónica). Una palabra puede ser tónica
si alguna de las sílabas que la componen presenta este acento, o átona,
si ninguna de sus sílabas sobresale de las demás. Sólo en el contexto del
discurso es posible determinar si una palabra es átona.
Las palabras átonas
son escasas en número, pero muy importantes por el uso extensivo que se hace de
ellas. Entre ellas podemos citar las siguientes:
·
Los artículos determinados: el, la,
lo, los, las...
- Las formas
apocopadas de los adjetivos posesivos: mi, tu, su...
- Los pronombres
personales que realizan la función de complemento sin preposición: me,
nos, te, os, le, la, lo, los,
las, les, se.
- Los relativos: que,
cuanto, quien, cuyo.
- Los adverbios
relativos con funciones no interrogativas o exclamativas: donde, cuanto...
- El adverbio tan.
- Las
conjunciones: y, o, que, si, pues, aunque...
- Casi todas las
preposiciones: de, con, a...
·
La partícula cual cuando equivale a como
(Como un ciclón = Cual ciclón).
Se llama tilde o acento ortográfico a una
rayita oblicua (') que se coloca, en los casos adecuados, sobre alguna de las vocales
de la sílaba tónica de la palabra.
-
Clasificación de las palabras según su acento
Las
palabras agudas son aquellas que tienen el acento prosódico en la última
sílaba: con-ver-sar, o-ra-ción,
com-pe-tir, va-lor
Las palabras graves o llanas son aquellas que tienen el acento prosódico
en la penúltima sílaba: pro-tes-tan-te,
li-bro, di-fí-cil, án-gel
Las palabras esdrújulas son
aquellas que tienen el acento prosódico en la antepenúltima sílaba: prés-ta-mo,
hi-pó-cri-ta, cré-di-to,
lle-gá-ba-mos
Las palabras sobreesdrújulas
son aquellas que tienen el acento prosódico en una sílaba anterior a la
antepenúltima sílaba. Se trata de dos tipos de palabras:
·
Adverbios de modo terminados en -mente
(palabras con dos acentos): di-fí-cil-men-te, e-vi-den-te-men-te,
fá-cil-men-te
- Formas verbales
formadas por la composición de dos pronombres personales átonos con una
forma verbal: có-me-te-lo, trá-e-me-la
- Reglas básicas
Los monosílabos (sean átonos o
no) no llevan tilde. Se exceptúan aquellos monosílabos tónicos que coinciden en
su grafía con otros átonos. Esta tilde se denomina tilde diacrítica. Su
colocación (no sólo en los monosílabos) se describe en el apartado
correspondiente.
Se acentúan todas palabras agudas que terminan en
vocal, o en n o s solas: tam-bién, ja-más, lec-ción,
se-gún
Las palabras agudas que no
terminan en vocal, o en n o s solas, nunca se acentúan: vir-tud,
na-cio-nal, re-loj
Nunca se acentúan las palabras llanas
que terminan en vocal, o en n o s solas: me-dios, mo-do,
re-ve-la
Las palabras llanas que
terminan en otras letras siempre se acentúan: di-fí-cil, cár-cel, au-to-mó-vil,
bí-ceps
Todas las palabras esdrújulas
se acentúan: ás-pe-ra, es-drú-jula, ca-tó-li-co, pro-pó-si-to
El caso de las palabras sobreesdrújulas
se estudia en el apartado dedicado a la acentuación de las palabras compuestas.
Tilde diacrítica
La
tilde diacrítica se coloca sobre ciertas palabras para distinguir entre
diversos significados del vocablo, aunque según las reglas generales no
corresponda la tilde. Hay varias categorías:
- Monosílabos
tónicos que coinciden en su grafía con otros átonos:
- más
(adverbio de cantidad): Quiero más comida.
- mas
(conjunción adversativa con el significado de pero): Le pagan,
mas no es suficiente.
- tú
(pronombre personal): Es preciso que vengas tú.
- tu
(adjetivo posesivo): Dale tu cartera.
- él
(pronombre personal): ¿Estuviste con él?
- el
(artículo): El vino está bueno
- mí
(pronombre personal): Todo esto es para mí.
- mi
(adjetivo posesivo): Trae mi calendario.
- sí
(adverbio de afirmación): Él sí quería.
- sí
(pronombre reflexivo): Lo atrajo hacia sí.
- si
(conjunción condicional): Vendrá si quiero.
- si
(conjunción de interrogativas directa): Pregúntale si quiere venir.
No sé si lo invité.
- dé
(del verbo dar; cuando se le une algún pronombre, también se
acentúa): Déme ese dinero.
- de
(preposición): Ese lápiz es de
madera.
- sé
(de los verbos ser o saber): Yo no sé nada, Sé un poco más
educado.
- se (pronombre
personal y reflexivo): Se te olvidó
la regla anterior.
- té
(nombre común): Póngame un té.
- te
(pronombre personal): Te voy a dar.
b. Para
evitar confusiones, lo que se conoce como anfibología (en caso de que no
existiese confusión, podemos prescindir de la tilde):
- aún
(adverbio temporal o de modo con el significado de todavía): ¿Aún
no ha llegado?
- aun
(resto de casos): Ni aun él pudo hacerlo.
c. En
interrogaciones, admiraciones o expresiones de carácter dubitativo (también en
oraciones que presenten un matiz interrogativo o dubitativo, aunque no existan
signos de puntuación o admiración), también se acentúan:
- cómo: ¡Cómo
que no!, me pregunto cómo habrá venido.
- cuál:
¿Cuál es tu habitación?, dime cuál es la respuesta.
- quién: ¿Quién
lo ha dicho?, no sé quién habló.
- qué: ¿Qué
me has dicho?, siempre me dices qué hacer.
- dónde: ¡Dónde
fuiste!, quisiera saber dónde estabas.
- cuándo: ¿Cuándo
vienes?, pregúntale a tu mamá cuándo te puede traer.
- cuánto, cuán:
No te imaginas cuán ridículo estás, no sé por cuánto aguantaré.
- por qué
(partícula interrogativa): ¿Por qué no vienes?, responde por qué faltas tanto.
Nota: reconoce las diferencias con otras formas
similares: por que (grupo átono formado por la preposición por
más pronombre relativo o conjunción
subordinante que). En el primer caso siempre es posible intercalar un
artículo determinado: ¿Cuál es la razón por (la) que te fuiste? La
segunda aparece cuando el verbo antecedente rige la preposición por: Se
decidió por que viniera Pepe. Porque (conjunción subordinante
causal [átona]). Iré porque me lo pides, porque te aprecio. Porqué (nombre): Este es el porqué de
su decisión.
- El hecho de que
tales palabras vayan en una oración interrogativa o exclamativa no
significa que tengan sentido exclamativo o interrogativo. Si no lo tienen,
no deben llevar tilde:
- ¿Eres tú quien
lo ha hecho?
- ¡Vendrás
cuando te lo diga!
-
Diptongos, triptongos e hiatos
Un diptongo es el conjunto de
dos vocales dentro de una misma sílaba, una de las cuales será siempre una
vocal cerrada (i o u). Por lo tanto, cuando observemos que las
dos vocales que aparecen juntas dentro de una misma sílaba son abiertas (a,
e u o), podemos afirmar que no hay diptongo. Por ejemplo,
existirá diptongo en palabras como a-vión,
Jai-me, cuer-po, viu-do..., pero no en hé-ro-e, a-ho-ra...
Cuando se encuentran al final de la palabra, los diptongos ai, ei,
oi y ui se
escriben ay, ay, oy y uy
respectivamente. A efectos de acentuación, los grupos formados por iu o ui
se consideran siempre diptongos.
Un triptongo aparece cuando no son dos, sino
tres, las vocales que aparecen dentro de una misma sílaba. La vocal situada en
el centro es siempre abierta, en tanto que las de los extremos son cerradas: a-ve-ri-guáis,
U-ru-guay, Ca-ma-güey, i-ni-ciáis...
La presencia de una h intercalada no invalida la
existencia de un posible diptongo o triptongo.
Cuando dos vocales se encuentran en contacto dentro de
una palabra, pero no forman parte de la misma sílaba, se dice que existe un hiato:
re-hén, al-de-a, le-ón, ba-hí-a, o-í-do, fan-ta-sí-a,
gui-ón…
-
Colocación de la tilde
La acentuación de los diptongos sigue
las reglas generales. Por lo tanto, si el acento de la palabra recae sobre una
sílaba con diptongo, y a ésta le corresponde una tilde según las reglas
generales, esta tilde se coloca sobre la vocal abierta (a, e u o).
Veamos algún ejemplo: co-rréis, hués-ped...
Cuando son dos vocales cerradas las que están en
contacto (ui o iu), a efectos de acentuación, se considera que se
trata de un diptongo. Del mismo modo que para el resto de los diptongos, si a
dicho diptongo le corresponde una tilde, esta se coloca en el segundo elemento:
ben-juí, cuí-da-te, je-suí-ti-co, des-truí, pero je-sui-ta,
des-truir... no llevan tilde según las reglas generales de acentuación.
La y precedida de vocal al final de una palabra
se considera como una consonante a efectos de acentuación, por lo que todas las
palabras agudas terminadas en los diptongos ay, ey y oy se
escriben sin tilde (guirigay, virrey...). No así sus plurales que
constituyen palabras agudas terminadas en s.
En los triptongos se sigue la regla general de los
diptongos. Se coloca la tilde en la vocal abierta del triptongo: a-ve-ri-guáis, li-cuéis...
En los triptongos agudos terminados en -uay y -uey
se siguen las mismas normas citadas en los diptongos respecto a la y
final y, por lo tanto, no se acentúan palabras como buey, Uruguay...
Si el hiato consiste en la unión de dos vocales
abiertas, la tilde se coloca según las reglas generales: le-ón, co-á-gu-lo...
Si una de las vocales es cerrada, y el posible diptongo
se ha deshecho debido a que sobre ella se carga la fuerza de pronunciación de
la palabra, la tilde se coloca sobre esta vocal cerrada, independientemente de
que le correspondiera según las reglas generales: ca-í-da, son-re-ír,
re-ú-no, ba-ra-hún-da...
- La tilde en las palabras compuestas
- Si la palabra
compuesta procede de la unión de dos palabras simples, sólo lleva tilde el
último componente si a la palabra compuesta le corresponde llevarla: contrapié,
decimoséptimo, cortafríos, radiocomunicación...
(pierde su tilde siempre el primer componente, aunque la llevara cuando
era simple: asimismo, decimoséptimo, tiovivo...).
- Si las palabras
se unen mediante guión, cada vocablo conserva su tilde si ya la tenía
previamente: físico-químico, teórico-práctico...
- En el caso de
los adverbios de modo formados mediante la adición del sufijo -mente,
se mantiene la tilde del adjetivo que origina el adverbio si ya la tenía: ágil-mente,
rápida-mente...
- Cuando a una
forma verbal que ya tenía tilde se le añaden uno o varios pronombres, la
tilde se mantiene: dé-me, movió-se...
- Si al reunir
una forma verbal que no tiene tilde con uno o varios pronombres resulta
una palabra esdrújula o sobreesdrújula, debemos poner la tilde
correspondiente: vámonos (de vamos), dáselo (de da),
entrégaselo (de entrega) ...
-
Acentuaciones dobles
- Algunas
palabras poseen doble acentuación, por ejemplo:
alveolo
|
|
alvéolo
|
chófer
|
|
chofer
|
conclave
|
|
cónclave
|
dinamo
|
|
dínamo
|
fútbol
|
|
futbol
|
gladíolo
|
|
gladiolo
|
medula
|
|
médula
|
olimpiada
|
|
olimpíada
|
omóplato
|
|
omoplato
|
ósmosis
|
|
osmosis
|
pabilo
|
|
pábilo
|
pentagrama
|
|
pentágrama
|
período
|
|
periodo
|
reuma
|
|
Reúma
|
icono
|
|
ícono
|
- Las palabras
terminadas en -iaco/-íaco (y sus correspondientes
femeninos). La primera opción es preferible:
austriaco
|
|
austríaco
|
policiaco
|
|
policíaco
|
zodiaco
|
|
zodíaco
|
amoniaco
|
|
amoníaco
|
cardiaco
|
|
cardíaco
|
- Hay también
doble acentuación en los presentes de indicativo de algunos verbos. Se
indica la pronunciación recomendada en primer lugar (sólo se indica la
primera persona):
afilio
|
|
afilío
|
auxilio
|
|
auxilío
|
concilio
|
|
concilío
|
expatrio
|
|
expatrío
|
glorio
|
|
glorío
|
vanaglorio
|
|
vanaglorío
|
extasío
|
|
extasio
|
- Acentuaciones incorrectas
a. Aquí se
incluye una serie de palabras que se acentúan de dos formas diferentes, aunque
la Real Academia sólo considera como correcta una de ellas. En la primera
columna aparece la forma correcta y en la segunda la incorrecta:
expedito
|
|
expédito
|
libido
|
|
líbido
|
prístino
|
|
pristino
|
intervalo
|
|
intérvalo
|
Nobel
|
|
Nóbel
|
cenit
|
|
cénit
|
coctel
|
|
cóctel
|
fútil
|
|
futil
|
táctil
|
|
tactil
|
b. Los
verbos cuyo infinitivo termina en -cuar o -guar llevan diptongo
en la sílaba final. Por tanto, del verbo evacuar, la conjugación da e-va-cuo
y no e-va-cú-o.
El resto verbos que terminan en -uar, aún llevando diptongo en la sílaba final, producen hiatos en la conjugación y se dirá ha-bi-tú-o y no ha-bi-tuo.
El resto verbos que terminan en -uar, aún llevando diptongo en la sílaba final, producen hiatos en la conjugación y se dirá ha-bi-tú-o y no ha-bi-tuo.
-
Otras consideraciones
1. Las
letras mayúsculas deben llevar tilde siempre que les corresponda. Así lo
determinan las Nuevas Normas de
Prosodia y Ortografía, el texto normativo publicado por la RAE en 1959 y
que constituye la base de la Ortografía.
- Las formas
verbales fue, fui, vio y dio no llevan tilde
por tratarse de monosílabos. Aunque antiguamente sí la llevaban, las
normas ortográficas de la RAE (1959) corrigen esta excepción.
- Las palabras
latinas que se han incorporado al castellano colocan su tilde según las
reglas generales (vademécum, currículum, accésit...).
- Las palabras y
nombres propios de otros idiomas conservan su grafía original, si en estos
idiomas se escriban en alfabeto latino. Podrán acentuarse siguiendo las
normas españoles si así lo permiten su pronunciación y grafía originales: Wagner
o Wágner.
- Si se trata de
nombres geográficos, se sigue la norma anterior salvo que se haya
españolizado el término, en cuyo caso se acentúan según las reglas
generales: París, Aquisgrán, Milán, Mérida...
2. Uso de los signos de
puntuación: los signos de puntuación constituyen un importante mecanismo de cohesión
textual porque se proyectan en forma de señales en el texto, por lo tanto, no
constituyen un simple adorno en la superficie textual.
Poseen una función
demarcativa porque establecen los límites de las unidades lingüísticas y, al
hacerlo, las individualizan y las jerarquizan, tal es el caso de los signos fonográficos
(coma, punto, representaciones visuales que transcriben, mediante trazos,
fenómenos sonoros) y los ideográficos (comillas, negrita,
subrayado cursiva… representaciones gráficas que comunican una información sin
necesidad de palabras). Aquí debemos incluir toda la tipología de letras que
pretenden destacar el enunciado.
Todos estos signos
aparecen allí en donde la delimitación facilita la correcta interpretación de
la información, motivo por el que funcionan como mecanismo de cohesión y de
coherencia. En definitiva, son signos que van trazando la marcha del discurso.
Cuando los escritos
están mal puntuados, se producen distintas interpretaciones, y el lector ha de
elegir una de ellas. Los signos de puntuación forman parte de las estructuras y
de la semántica intrínseca de los enunciados. La demarcación que estos signos
establecen se produce en los tres niveles de la lengua: fónico, morfosintáctico
y semántico.
Criterios de utilización de la coma: (los términos gramaticales subrayados serán explicados en clases)
1. Para sustituir un verbo que está omitido por haber
sido mencionado antes en el contexto o por sobreentenderse en la situación: “En la montaña lo paso bien; en el mar,
regular”.
2. Para
separar complementos del nombre en aposición explicativa: “El delincuente, asustado, se escondió entre
los matorrales”
3.
Para separar subordinadas adjetivas explicativas: “Todos mis alumnos, que son muy inteligentes, sacan buenas notas”
4.
Para intercalar cualquier tipo de incisos: “Me gustaría que, si te aprueban, me lo dijeras”
5.
Para separar vocativos: “Niño,
quédate quieto”
6.
Cuando se invierte el orden regular de las oraciones de la cláusula,
adelantando lo que había de ir después, debe ponerse una coma al fin de la
parte que se anticipa (subordinadas adelantadas a la principal o complementos
circunstanciales que alteran su posición): “Si
estudias, aprobarás”, “Cuando llegué, había mucha gente”.
7.
Muchos adverbios, locuciones adverbiales y locuciones conjuntivas han de
separarse mediante una coma. Son, entre otros, efectivamente, realmente,
verdaderamente, así, además, en ese caso, en tal caso, en cambio, sin embargo,
no obstante, aún así, con todo y las formas concluyentes del tipo en
fin, en resumen, en síntesis, en una palabra, por último.
8.
Las locuciones conjuntivas explicativas o sea, es decir, esto es, a saber, se
separan siempre mediante comas.
9.
Muchos complementos circunstanciales pueden separarse con comas si aparecen en
el comienzo de la frase; sin embargo, en muchos casos, no es necesario: “Esta mañana, te llamé y no estabas”.
10. Se
separan con comas otros complementos del verbo que se antepongan a él: “De política, no permitiremos que se hable
en este salón”
11. Para
separar los componentes unidos por la conjunción o en una oración
interrogativa compuesta: “¿Vienes, o te
quedas?”
12. Delante
de las conjunciones adversativas mas, pero, sino, aunque, no obstante, sin
embargo, porque, pues, puesto que, puesto y de las concesivas, como a
pesar de que.
13. Tras
interjecciones, muletillas y apoyaturas del lenguaje conversacional, formas de
saludo, de despedida, y de agradecimiento, se usa coma debido a la pausa fónica
que generalmente se hace detrás de ellas: “Hola,
cómo estás”, “Oye, ten cuidado”.
14. Obedeciendo
también a una pausa fónica, se coloca coma detrás de los adverbios de
afirmación y de negación sí y no usados como respuestas: “Sí, es muy importante aprender el uso de la
coma”.
15. Separar
con comas los complementos introducidos por locuciones como en cuanto a,
respecto de, a pesar de, a tenor de, en relación con…
16. Separar
proposiciones o sintagmas relacionados mediante las conjunciones distributivas orar…ora,
bien…bien, ya…ya.
17. La
palabra etcétera y su abreviatura etc. deben separarse con coma
cuando se dé alguno de los casos mencionados hasta ahora.
18. Para separar elementos de una misma
serie, morfosintácticamente equivalentes. Estos elementos pueden ser
sustantivos, grupos nominales, sintagmas preposicionales, proposiciones: “Antonio,
Juan, mis padres y el abuelo vinieron a verme”. “Llegué, vi, vencí”
Criterios para la no
utilización de la coma:
1. La
norma advierte que entre sujeto y predicado no puede haber coma, a menos que
haya un inciso. Pero cuando el sujeto es largo, al llegar al inicio del
predicado se produce una pausa que puede señalarse con coma.
2.
La coma y la conjunción y son
incompatibles cuando se unen elementos de una misma serie. Sin embargo, hay
casos en los que conjunción y es
compatible no sólo con la coma, sino también con el punto y coma y con el punto.
La sintaxis, la entonación y la necesidad de evitar ambigüedades justifican esa
compatibilidad: “Juan es simpático; Pedro, responsable; y Antonio, tímido”
3.
No debe colocarse coma entre el verbo y sus complementos si siguen un orden
lineal, o si no aparece ningún inciso.
4.
Nunca se pone coma ni delante ni detrás de la conjunción que, a no ser que
detrás haya un inciso: “A los estudiantes
les han prometido que no habrá trabas para entrar en la Universidad” (aquí
sería incorrecto); “A los estudiantes les han prometido, en efecto, que, en
el caso de aprobar las pruebas de selección, no habrá trabas…” (inciso)
5.
No debe ir coma detrás de la conjunción pero cuando está preceda a una
oración interrogativa: “Pero… ¿te aprobará al final?
6.
No se coloca coma delante del paréntesis, aunque puede ir detrás.
Criterios para la
utilización del punto y coma: se suele decir que el
punto y coma representa una pausa intermedia entre la coma y la del punto y
seguido. Sin embargo, en muchos casos, la pausa del punto y coma es
prácticamente igual a la de este último. La preferencia por el punto y coma o
por el punto y seguido suele deberse, más que a un tipo de entonación o
pausa diferente, a la mayor o menor conexión semántica entre los elementos que
se separan. Como esto es, en cierto modo, subjetivo, no es extraño que allí
donde un escritor pone el punto y coma, otro ponga el punto y seguido. De todos
modos, veamos ejemplos en el que el punto y coma se justifica por la
vinculación semántica entre los dos miembros separados:
“Mi padre es carpintero; mi primo,
médico; mi hermano, un obrero”
La conexión semántica
es evidente: en las últimas proposiciones el verbo omitido -de ahí la coma- es
el mismo que el de la primera: es.
“En este curso pienso estudiar mucho;
por lo tanto, ya verás como apruebo”
Parece claro que la
consecuencia y aquello que la provoca suponen una relación sintáctico-semántica
importante. De ahí que delante de locuciones como por lo tanto, por
consiguiente, en fin, etc., se ponga el punto y coma, sobre todo si el
componente que precede al punto y coma no es demasiado largo, pues, en caso
contrario, parece preferirse el punto y seguido.
A veces se prefiere el punto y coma a la coma para
unir elementos de una misma serie. Ello ocurre siempre que la inflexión tonal
sea descendente, lo que suele ocurrir cuando tales elementos son bastante
extensos y entre sus componentes ya hay varias comas, o cuando entre ellos
existe algún elemento que refuerza la conexión semántica:
“Ayer estuve en Cabimas; hacía un
calor enorme”
·
Cuando los miembros de un periodo constan de más de una oración, por lo cual o
por otra causa llevan ya alguna coma, se separan con punto y coma unos y otros.
·
En todo periodo de alguna extensión se pone punto y coma antes de las
conjunciones adversativas mas, pero, aunque, no obstante, sin embargo. Cuando
la cláusula sea más corta, bastará una simple coma delante de la conjunción.
·
Se usa punto y coma para separar dos oraciones con cierta independencia, bien
porque poseen sujetos distintos, bien porque se yuxtaponen ideas diferentes.
·
Ocurre con cierta frecuencia que la pausa entre dos oraciones que se yuxtaponen
es más intensa que la producida por la coma, motivo por el que se señala con
punto y coma. Estos son los casos de oraciones que poseen un mismo sujeto o que
guardan mayor relación que las referidas en el criterio anterior.
Criterios de
utilización del punto: hay que distinguir tres clases de
puntos: el punto y seguido, el punto y aparte y el punto final. Después del
punto se escribe mayúscula.
El punto final indica
que el escrito ha concluido en su totalidad.
Entre el punto y
seguido y el punto y aparte la diferencia no es demasiado clara. En ocasiones,
interviene la subjetividad del escritor. De todas formas, cuando en un texto se
cambia de idea o de asunto, hay que colocar el punto y aparte. Y cuando se
sigue hablando de la misma idea, pero se tocan aspectos diferentes, es
preferible el punto y seguido.
·
Las abreviaturas siempre llevan punto: Sr., D., Ilmo.,…etc.
·
El signo de cierre de la interrogación y de la exclamación indica un punto
siempre que no sea invalidado a continuación por otro signo (coma, punto y coma
o dos puntos)
·
Se usa punto cuando el periodo forma sentido completo, en términos de poderse
pasar a otro nuevo sin quedar pendiente la comprensión de aquel. En la lectura,
la duración de la pausa indicada por el punto puede variar más o menos, según
el sentido y la interpretación del lector; pero en todo caso, es mayor que la
que señalan la coma y el punto y coma.
·
También se utiliza punto y aparte en los diálogos, cuando un personaje acaba de
hablar y se pasa a la intervención de otro o a la del narrador y a la inversa,
cuando acaba la intervención del narrador y sigue el parlamento de un
personaje.
Criterios de
utilización de los dos puntos: este signo no equivale
nunca a la coma ni al punto y coma. Lo que precede y sigue a los dos puntos
está estrechamente relacionado no sólo semánticamente, como en el caso del
punto y coma, sino, sobre todo, sintácticamente: complementos directos,
relación causal y consecutiva, aposiciones, etc. Se emplea este signo en los
siguientes casos:
·
Cuando se anuncia o se cierra una enumeración: “Cumple los tres requisitos de un alumno; asiste, estudia y participa”
·
Cuando se establecen relaciones anafóricas y catafóricas parecidas a la
del último ejemplo, pero tiene que haber necesariamente una enumeración: “Eso es importante: que hayas estudiado”
(aposición a través del sujeto catafórico “eso”)
·
Detrás de las locuciones o secuencias del tipo ahora, bien, a saber, en
otras palabras, dicho de otro modo, por ejemplo, verbigracia, etc. (en
muchos de estos casos, se puede optar entre los dos puntos o la coma): “El pueblo no entendió el programa del
candidato; en otras palabras: no votó por él”
·
Siempre que se trate de ejemplificar lo dicho anteriormente aunque no aparezcan
las expresiones por ejemplo, verbigracia, etc.: “Parecen evidentes las razones que nos impulsan a adoptar esta actitud
pesimista a la que te refieres: demasiada droga, el terrorismo, los desastres
ecológicos, etc.”
·
Cuando se quiere indicar la relación sintáctico-semántica de causa o
consecuencia, y no aparecen los nexos conjuntivos correspondientes: “Mi papá come mucho: está muy gordo”
·
Delante de una conclusión o resumen del tipo siguiente: “Últimamente comemos
demasiado y no hacemos deporte: no sabemos cuidarnos”
·
En los casos de estilo indirecto (reproducción de lo dicho o escrito): “El profesor me dijo:”así no llegarás a
ninguna parte”
·
Detrás de las fórmulas de vocativo con que se empieza una carta, una instancia,
etc.: “Distinguido colega:”
·
En textos jurídicos y administrativos después de verbos llamados performativos
o realizativos como certifica, dice, expone, suplica, etc.
Criterios de
utilización de los puntos suspensivos: este signo de
puntuación, que consiste en tres puntos suspensivos seguidos en línea, tiene
los siguientes usos:
·
Expresar estados de suspensión de ánimo, duda, temor, etc.: “Escucha: te han
dado… un sobresaliente”
·
El escritor corta una oración dejándola incompleta, bien porque presupone que
el interlocutor conoce lo que había de poner, bien porque le interesa dejar el
sentido sin completar: “Ya sabes que a buen entendedor…”
·
Para indicar vacilación, inseguridad, nerviosismo en una hablante: “Y
entonces… cómo te diría… me acerqué a él… ¿me entiendes?”
·
Con el valor de etcétera en las enumeraciones: “Me gustaría saber tocar
cualquier instrumento musical: violín, piano, guitarra…”
·
Los puntos suspensivos entre corchetes o entre paréntesis indican la omisión de
palabras u oraciones o párrafos, etc., que, sin embargo, sí se encuentran en el
texto original que transcribimos o del que hemos sacado la cita en cuestión.
Criterios de
utilización del guión largo:
·
Se emplea en los diálogos, al comienzo de cada intervención.
·
Al principio y al final de oraciones intercaladas completamente desligadas, por
el sentido, del periodo en que se introducen. Sólo se utiliza la del principio
si el final de esa oración intercalada se señala con un punto.
·
En ocasiones se colocan entre guiones las aposiciones, aclaraciones y
ampliaciones, sustituyendo a las comas, que ya se han usado dentro del mismo
periodo por otros motivos.
Criterios de
utilización de los signos de admiración: estos signos son
siempre dos en español: el de apertura (¡) y el de cierre (!), y se usan en los
siguientes casos:
·
En interjecciones o frases interjectivas: ¡Eh! ¡Ah!
·
En oraciones exclamativas parciales o totales: “¡Qué importante eres!”
Criterios de
utilización de los signos de interrogación: también son dos
los signos de interrogación: el de apertura (¿) y el de cierre (?). Se usan en
los siguientes casos:
·
En pronombres o adverbios interrogativos que actúan como equivalentes
oracionales: ¿Cuánto? ¿Dónde?
·
En oraciones interrogativas directas parciales o totales: “¿Quién ha
llegado?”
Ejercicio: coloca al siguiente texto los signos de puntuación
necesarios y las tildes que correspondan. Selecciona una alternativa en los
casos en los cuales se ofrecen varias. Coloca mayúsculas en los casos en que
sea pertinente
el discurso informativo de los medios de
comunicacion tiene el fin especifico de difundir objetivamente hechos e ideas
de interes general considerados en un momento dado como noticias por esto la
responsabilidad social periodistica debe prevalecer/prevaleser sobre intereses
politicos y comerciales y ademas por ello tambien la labor del periodista ha
sido/a sido tan
extrictamente/estrictamente sancionada/sansionada en los codigos deontologicos
en la busqueda de controlar su ejercicio profesional para garantisar/garantizar
la objetividad y veracidad de sus informaciones en su curso general de
redaccion periodistica jesus martinez albertos 1997 reseña los fines de los
medios de comunicacion de masas son 1) fines comerciales distraer a la clientela
2) fines periodisticos informar acerca de/a cerca de los acontecimientos y
orientar a los lectores sobre su trasendencia/tracendencia/trascendencia a
veces de forma esplicita/explicita/explisita y otras de forma
implicita/implisita y 3) fines sociales educar a los publicos y servir de
instrumento para la libre comunicacion de las opiniones. De acuerdo con/de
acuerdo a esto dicho por martinez cualquier medio puede inclinarse/inclinarce
hacia una o varias de estas funciones es comun encontrar medios dedicados a
fines comerciales unicamente, en oposicion/oposision a otros impulsados por
fines sociales esta seleccion dependera de la naturaleza e intencion/intension
de la empresa periodistica no obstante en todo medio la noticia debe
caracterisarce/caracterisarse/caracterizarse por los fines especificamente
periodisticos informar y comentar los datos para orientar a los lectores alli
precisamente en este segundo fin comienzan los debates acerca de/a cerca de la
objetividad periodistica en esta tarea deben/debe privar la honestidad y la
imparcialidad para eliminar toda posibilidad de manipulacion ideologica o
persuasion durante la transmision de informacion en conclusion el periodista
decide que enfoque dar a la realidad de los acontecimientos que elementos
mostrar y cuales ocultar conforme sus principios eticos
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