jueves, 29 de marzo de 2012

Hacer justicia con el lenguaje

Por: Sylvia Fernández
Tomado del libro: Derecho de la Infancia y la Adolescencia, publicado por el Tribunal Supremo de Justicia, Caracas, 2011
Descarga aquí el artículo: Hacer justicia con el lenguaje. Competencias comunicativas de los redactores de sentencias

sábado, 24 de marzo de 2012

Los periodistas y la lengua

Lee aquí el artículo de Silvia Hurtado González

Fundamentos básicos de Morfosintaxis I

Descarga aquí algunas precisiones teóricas sobre el lenguaje y su estudio

Libro: Cómo escribir para la web

Descarga aquí el libro: Cómo escribir para la web, de Guillermo Franco

Morfosintaxis del Castellano: Unidad I del Taller de Morfosintaxis del Castellano I

Morfosintaxis del Castellano: Unidad I del Taller de Morfosintaxis del Castellano I

Grijelmo: "El lenguaje es el instrumento de la inteligencia"

“Con las palabras pensamos, y ellas son los embriones de las ideas. Si tienes muchas palabras, tienes muchas ideas y puedes construir mundos”, dice Alex Grijelmo

Luis Aceituno

“Con las palabras pensamos, y ellas son los embriones de las ideas. Si tienes muchas palabras, tienes muchas ideas y puedes construir mundos”, dice Alex Grijelmo, autor de “El estilo del periodista”, el principal libro de referencia en casi todas las salas de redacción del ámbito hispano. Durante una reciente visita a Guatemala, Grijelmo platicó con elAcordeón y las opiniones de este apasionado defensor del lenguaje no podían faltar en este edición que –con motivo del III Congreso Internacional de la Lengua organizado por la RAE, que se celebró la semana pasada en la localidad argentina de Rosario– dedicamos al idioma castellano.

Autor del Libro de Estilo del diario El País, y de El Estilo del Periodista, Alex Grijelmo se ha convertido en un nombre de referencia obligada en las Escuelas de Comunicación y en las salas de redacción de los medios del ámbito hispánico.

Nacido en la localidad española de Burgos, escribió su primera noticia a los 16 años en un diario de su ciudad. En 1977 fue contratado por la agencia Europa Press y en 1983 ingresó a la redacción del diario español El País, en donde prácticamente hizo de todo, desde simple reportero hasta editor dominical y jefe de la sección deportiva. Durante su carrera ha publicado cientos de noticias, crónicas, reportajes, artículos y entrevistas.

Defensor apasionado del idioma español, al que le ha dedicado la totalidad de su producción bibliográfica, Grijelmo es actualmente presidente de la agencia de noticias EFE. La siguiente entrevista fue realizada durante una breve estancia en Guatemala para participar en la asamblea general de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que se llevó a cabo a finales de octubre pasado en La Antigua Guatemala.

¿De dónde proviene esa seducción por las palabras?

– Pues de que es la herramienta del periodista. Igual que un tenista cuida su raqueta y está todo el tiempo mirando las cuerdas para ver si están bien, así un periodista tiene que cuidar el lenguaje porque es la herramienta que emplea. Pero el lenguaje es también el instrumento de la inteligencia: todo lo que pensamos lo pensamos con palabras y según es de grande nuestro léxico, así puede ser de grande nuestro pensamiento.

Nietzsche dijo en alguna ocasión que el lenguaje periodístico era un lenguaje de cerdos. ¿Por qué crees que ha sido tan conflictiva la relación entre el lenguaje y el periodismo a través de los tiempos?

– Yo pienso que muchos periodistas sienten el lenguaje como algo molesto, como un mal necesario para ellos. Para mí es exactamente lo contrario, es el placer de trabajar con las palabras y de ser diestro en ese uso para comunicarme mejor con la gente y para seducir mejor al lector. Nos olvidamos a veces de que con el lenguaje se puede producir placer. La lectura es un placer cuando se lee un texto que está bien escrito. Es una lástima que muchos compañeros tengan una relación conflictiva con el lenguaje, que no lo aprecien en su valor, posiblemente porque en la actualidad estamos más en contacto con el lenguaje audiovisual.

¿Podemos decir que el predominio del lenguaje audiovisual ha sido fatal para el lenguaje escrito?

– Sí, está siendo perjudicial porque ya los niños no se educan con cuentos que les leen o que leen ellos mismos, sino que se educan con dibujos animados y eso les hace llegar a adultos con una menor gimnasia mental. La lectura es la gimnasia del pensamiento y al final se razona mejor cuantas más lecturas se hayan tenido. Cuanto más lees, más dominas el lenguaje, más palabras tienes, mejores ideas puedes construir, creas argumentos más razonables, y al final eres mejor persona, y, si eres periodista, mejor periodista, ¿no?

Más allá de la seducción por el lenguaje, cuando uno lee tus ensayos, se nota una fascinación por la palabra misma.

– Por la psicología que hay dentro de las palabras, por su valor y su fuerza. Yo no sé si aquí en Guatemala pasa, pero en España solemos decir: “Voy a pedir un crédito en el banco” y en el banco te “conceden” el crédito. Cuando en realidad vas a “comprar” el crédito y el banco te lo “vende”. Pero en el momento en que dices que vas a pedir un crédito ya estás en situación de inferioridad, y como estás en esa situación tienes que explicar cómo es tu vida familiar, tus posesiones, tu sueldo, etcétera. Pero si tu llegas a un banco diciendo: “Vengo a comprar un servicio”, te tratan de manera distinta. De hecho, las empresas no piden créditos, contratan créditos, porque se supone que están a un mismo nivel, pero un ciudadano llega a un banco y va a pedir. O sea, ese poder de las palabras que puede convertirnos en superiores o inferiores me interesa mucho.

¿Realmente hay un descuido por la palabra en el periodismo actual?

– Sí, por eso me he interesado mucho en llamar la atención sobre ese descuido. En la actualidad, por ejemplo, los periodistas decimos que el Ejército de Estados Unidos cometió abusos en las cárceles de Irak, en vez de torturas. ¿Por qué decimos abusos? Pues porque es una palabra que ya nos viene así y no la afrontamos con un espíritu crítico. Nosotros, como no hemos hecho esa gimnasia mental que supone la lectura y la gramática, somos fácilmente manipulables y acabamos diciendo que el Ejército cometió abusos y que los aviones hicieron incursiones en lugar de bombardeos y que hubo daños colaterales en vez de víctimas civiles. Toda esa palabrería que otros nos lanzan para que la asumamos como propia es muy peligrosa, porque adultera la realidad, y el periodista que no reflexiona sobre el lenguaje es muy fácil de engañar. Y así como hablamos del lenguaje de la guerra, podemos hablar del lenguaje económico. Cosas como el crecimiento cero, por ejemplo. ¿Cómo puede algo crecer cero? Si la economía experimenta un crecimiento cero, eso es que no ha crecido. Al final, el periodista que no es consciente de la diferencia entre un adjetivo y un sustantivo, es el que menos se da cuenta de esas manipulaciones.

Esto también nos lleva al conflicto entre lenguaje y corrección política.

– Viene a ser lo mismo, porque a veces la corrección política es una forma de no llamar las cosas por su nombre y los periodistas debemos ser educados y debemos procurar no ofender a nadie con el lenguaje, pero esto puede llevarnos a ocultar la realidad y ahí debemos trazar una frontera muy clara.

Al final es la tecnocracia entrando en el territorio de las ciencias humanas.

– En España, en una ley de educación, al recreo de los niños en la escuela le llamaban “segmento de ocio”. Pareciera ser que para la tecnocracia las cosas son más elegantes cuando más se complican. Los periodistas debemos huir de eso.
– Sí, no soy otra cosa que periodista, y es una formación sobre todo práctica, pero soy periodista nada más y nada menos.

Consejos de auto-corrección para periodistas


La mayoría de los periodistas necesita que alguien más les revise su borrador para ayudarlos a identificar cualquier error ortográfico o gramatical.
A medida que más periodistas escriben en blogs y publican de manera independiente, es fácil pasar por alto errores graves. A continuación se enlistan algunos consejos de periodistas sobre cómo reducir el número de estos errores embarazosos. Varios de estos consejos fueron presentados en el hilo de una conversación en LinkedIn, pero tres de ellos resaltaron en importancia:
Intenta engañar a tu cerebro – cambia el tamaño y el color de la letra, la tipografía y el fondo.
No te pierdas en la narrativa – lee el texto de abajo hacia arriba para con ello obligarte a pensar.
Imprime el texto y léelo en voz alta – para escuchar errores en la formulación de las frases.

Engaña a tu cerebro
Terry O’Connor, anteriormente un periodista de prensa escrita y en línea y ahora un periodista que trabaja por cuenta propia y como entrenador, cree que todo se trata de engañar al cerebro. Al respecto, Terry escribió:
“Dado que (normalmente) nosotros los periodistas colocamos nuestro trabajo a un lado durante un tiempo para después retomarlo y leerlo, nos perdemos de “la mirada del otro” la cual es esencial para identificar nuestros errores. Nuestros ojos pueden ver los errores, pero nuestro cerebro interpreta lo que ven los ojos como aquello que tenemos la intención de escribir.”
“Es por eso que debemos engañar al cerebro para presentar el material de una manera desconocida, obligándonos a ver la información de la manera que un extraño lo haría; aunque sea un poco. Si tienes el tiempo, imprime el artículo y vuélvelo a leer. Si no tienes el tiempo o el papel para hacerlo, cambia la resolución de pantalla, el ancho de la página, el color de la letra, el color de fondo o todo al mismo tiempo.”

Lee tu material fuera de contexto
Phil Harding, periodista, asesor de prensa y antiguo director de noticias para BBC World Service dijo que no conoce un método infalible, pero coincide con O’Connor al decir que se debe forzar al cerebro a ver el contenido de manera distinta.
“Déjalo reposar una noche, imprímelo, por supuesto, y si puedes, cambia la tipografía, lee los párrafos en orden inverso (parte del truco es no dejarse llevar por la narrativa) y sobre todo, lee el artículo lentamente en voz alta.”

Lee en voz alta
Nick Raistrick, director de capacitación para Media Training Station Community Interest Company, está de acuerdo con el punto que hace Phil Harding sobre leer el material en voz alta; pero también insiste en la importancia de pedirle a colegas que revisen tu borrador.
“Yo leo mi borrador en voz alta y con una tipografía enorme, con todo lo demás cerrado en la pantalla de mi ordenador… y aún así algunos detalles se me escapan. No puedo enviar mi trabajo para que otros lo revisen y eso me avergüenza porque son muy quisquilloso con el borrador otros,” dijo Raistrick. “Entonces, he tenido que desarrollar una comunidad informal de editores a quienes a veces les envío mis borradores… ¡siempre y cuando la relación sea recíproca! Sin embargo, esto siempre es práctico a medida que las fechas de entrega se acercan.

Ten cuidado con las frases que no tengan sentido
Bob Doran, un periodista veterano de la BBC y ahora un asesor y entrenador de medios, concuerda con ambas propuestas de leer en voz alta y de engañar al cerebro.
“Siempre recomiendo que leas tu historia en voz alta. A veces, un texto puede parecer correcto en la pantalla pero cuando lo lees en voz alta es cuando encuentras los errores absurdos.” “Yo recuerdo escuchar una noticia en la radio que comenzó: Un hombre falleció después de haber sido disparado fuera de un concierto de Madonna (o de otra cantante). El escritor quería decir que Madonna estaba dando un concierto. Pero cuando el texto fue leído en voz alta, sonaba como si ella hubiera dado el disparo.”
“Léelo en voz alta tú mismo y te darás cuenta. Esta estrategia es especialmente útil para guiones de radio y de televisión. Si las oraciones son difíciles de leer porque son demasiado largas o verbosas, te darás cuenta de que no sonarán bien en el aire.”

Este artículo primero fue publicado en el sitio del socio de IJNet, Media Helping Media (MHM), un web de entrenamiento que aporta recursos mediáticos gratuitos para periodistas que trabajan en países en transición, países en estado de post-conflicto y en áreas donde la libertad de expresión y la libertad de prensa están bajo riesgo. El artículo completo fue traducido a los seis idiomas de IJNet con la autorización de Media Helping Media.

Una alternativa urgente para los periodistas


S

Por Úrsula Velezmoro, correctora y lingüista.

Preocupados porque no encontramos una respuesta a nuestra duda lingüística, fastidiados porque el enlace del diccionario de la RAE no abre o porque no tiene recopilada esa palabra. ¿A quién o qué recurrimos? Optemos por una alternativa urgente…
La Fundación del Español Urgente (www.fundeu.es), más conocida como la Fundéu, contribuye con el buen uso de nuestro idioma en los medios de comunicación. Esta institución nos ofrece diversas herramientas para mejorar nuestra redacción. A continuación, algunos consejos para aprovechar esta página.
1. Ingresemos a www.fundeu.es. Ahí hallaremos los enlaces de Vademécum, Consultas, Recomendaciones, Noticias y artículos, Recursos, Sobre Fundéu, Club de detectores y Manual de español urgente.
2. Al entrar a VADEMÉCUM, tendremos suficiente material para disipar algunas de nuestras dudas.
3. En CONSULTAS, podemos observar todas las preguntas que han sido resueltas por el equipo de la Fundéu.
4. Cuando entramos a RECOMENDACIONES, tenemos acceso a todos los consejos lingüísticos que, diariamente, la Fundéu publica en su página web.
5. En NOTICIAS Y ARTÍCULOS, podemos hallar notas periodísticas que guardan relación con la lengua.
6. En RECURSOS, encontramos la revista de la Fundéu Donde dice…, que aunque ya no se publica desde mediados de 2010, sin duda alguna, nos servirá como material de consulta. Además, accedemos a la Biblioteca, espacio que nos ofrece un listado de libros vinculados al lenguaje. Por último, observamos Enlaces de interés, relación de páginas web que están vinculadas al estudio de la lengua.
7.  Luego ubicamos el enlace SOBRE FUNDÉU, espacio que ofrece información de la institución, y el CLUB DE DETECTORES, mediante el cual –previa inscripción– realizamos nuestras propias recomendaciones.
8.  En MANUAL DE ESPAÑOL URGENTE, hallaremos algunas secciones interesantes para descargar.

9. En la parte inferior derecha, ubicamos el MANUAL DE ESTILO PARA NUEVOS MEDIOS, al dar un clic en visitar, tendremos acceso a Contenido, donde se nos ofrece una considerable información para mejorar nuestra redacción. En Contribuye, la Fundéu incentiva a sus lectores a que le proporcionen material para publicar en su página web. En el Diccionario de dudas urgente (DUD), encontraremos la solución a más de cuatro mil dudas. Y, finalmente, en Herramientas, se nos brinda un listado de páginas que ayudan a resolver dudas.
10. También, en la parte inferior derecha, ubicamos el enlace ORTOGRAFÍA DE LA LENGUA ESPAÑOLA, presionamos descargar y tendremos acceso a las Novedades de la Ortografía de la lengua española, documento que nos proporciona conceptos y ejemplos sobre los últimos cambios en nuestro idioma.

11. En la parte inferior izquierda, al ingresar a SUSCRIBIRSE A RECOMENDACIONES, accedemos a todas las sugerencias que la Fundéu realiza.
12. También en la parte inferior izquierda, en ENVÍENOS SU CONSULTA, podemos trasladar nuestra inquietud al equipo de la Fundéu.
No olvidemos que solo las recomendaciones que se adaptan a nuestra comunidad lingüística son las que tenemos que emplear; sin embargo, debemos reconocer que la Fundéu se ha convertido en una herramienta importante a la hora de dar solución a una duda.